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Fin de Noviembre: despedida a los espíritus.

Noviembre se encuentra llegando a su fin y, con él, nos despedimos de los espíritus que nos han estado acompañando en la época más oscura del año.


Si tienes por habitual trabajar durante todo el año con tus ancestros y otros espíritus familiares, entonces estarás dando fin a la época de devoción más activa de tu práctica.



`¿Por qué nos despedimos ahora de los espíritus si aún nos quedan unas semanas de la mitad oscura del año?` ¿quizás se pregunte alguien?

Mi respuesta a esta pregunta (en base a mis creencias) es que las energías no cambian de un momento para otro, ese cambio lleva un proceso. Porque el “hoy hay espíritus, mañana no los hay” es tan improbable como que pasemos del día a la noche sin pasar por el atardecer (o de la noche al día, sin el amanecer). Por este motivo no llegaremos al 18 de diciembre con espíritus y a las 00.00h del 19 de diciembre, habrán desaparecido todos de golpe. No funciona así (algo que últimamente he estado viendo que se pinta –o se da a entender– de esta manera😥), y ni siquiera van a "desaparecer" (solo estarán en su propio mundo, donde deben estar).



Según nos vamos acercando al Solsticio (de Invierno en este caso) el momento en que la luz toma el mando y comienza a crecer, los espíritus van volviendo a su hogar, abandonando la compañía de los vivos y reuniéndose con los muertos y el resto de espíritus en su propio mundo.

Su ida es lenta, se toman su tiempo, y qué bonito es poder responder a su viaje de vuelta con una despedida y un reconocimiento de su visita.


Por eso, en este par de semanas entre el fin de noviembre y el Solsticio de Invierno (Yule, Saturnalia, Zaldudibaite, o tenga el nombre que tenga para ti), nos las podemos tomar para llevar a cabo una serie de actividades de despedida a los espíritus y de fin de culto a las deidades y/o entidades que veneres en esta época del año.



Te encuentres en la fase que te encuentres y lleves a cabo tu práctica como la lleves, te invito a realizar estas actividades.



Antes de nada me gustaría tranquilizaros por si alguien tiene la idea de que alguna de las actividades destierre a los espíritus que habitan su hogar. Desde ya os digo que NO. Son actividades amistosas y respetuosas con el hábitat espiritual y energético del hogar.



Te recomiendo hacer estas actividades en el orden que las comparto, ya que eso mejorará la experiencia y, además, cada una aporta algo a la siguiente:



📝 Escribe una carta.

No hace falta algo muy largo, un pequeño mensaje está bien, o una oración. La escribiremos para despedirnos de nuestros ancestros y las entidades con las que hemos estado trabajando en este pequeño período.



🪔Quema de Ofrendas.

Es hora de deshacerse de los restos de ofrendas que les hemos puesto.


Si son ofrendas comestibles o húmedas, mejor tirarlas a la basura. Si escribiste alguna carta, mensaje o invitación a espíritus y entidades específicas; puedes quemarla. Si alguna de tus ofrendas se puede devolver a la naturaleza, hazlo, sobre todo si va a ser beneficioso para ella (¡tened esto muy en cuenta eh!).

En este paso yo aprovecho y leo esa carta o recito la oración que escribí en el paso anterior. Si la tienes por escrito, puedes aprovechar y quemarla. O puedes guardarla para el año que viene.



🎋Reubica los altares.

Esto es sobre todo si el altar de tus ancestros está en otro lugar (o suelen estar separados) y si tienes el de la entidad o deidad con la que trabajes en otro lugar.


Esta actividad trata, primero, de limpiar el antiguo lugar física y energéticamente (limpieza suave, nada de destierros ni purificaciones –a no ser que haya habido algún tipo de energía negativa o residual en la zona, entonces una purificación no le vendrá nada mal–); después, colocaremos a nuestros ancestros y deidades/entidades en sus altares habituales (además de todos los elementos que suelen componer sus altares, y nuevas ofrendas).

Recuerda limpiar el lugar que ha estado siendo el altar de los espíritus durante las últimas semanas.



🪦Visitamos sus lugares físicos de descanso.

Esto viene a ser el cementerio (en el caso de nuestros ancestros, suele ser así). Y es algo opcional. Yo lo hago sobre todo cuando no he podido ir en el momento de máximo apogeo.

Puedes limpiar su tumba, ponerle flores, llevarle algo de beber o de comer que le gustaba (solo agua y pan también está bien), o algún juego al que solía jugar, merendar o comer con él junto a su tumba, simplemente realizar alguna actividad común sobre su tumba y hacerle un poco partícipe de ello.


A la que vas al cementerio, puedes aprovechar y recolectar algo de cedro, que es perfecto para trabajar con los espíritus (los de los difuntos). Y amapolas (aunque a lo mejor en esta época del año sea difícil encontrarlas).

Ambas plantas son muy comunes en los cementerios, lo que además le aporta un poder extra si consigues recolectarlas en esas zonas.


Esta actividad no vale para entidades y deidades con las que trabajes (a no ser que suelan habitar los cementerios), así que la puedes cambiar por ir a un lugar donde habite esa entidad (como suele ocurrir en el folklore de una localidad; por ejemplo, con la dama Mari, de la Tradición Íbera, que dicen que su morada habitual es una de las cuevas de Anboto en el País Vasco) o un lugar que simbolice esa deidad o donde se ha dicho que habita en las leyendas y mitos (como ocurriría, por ejemplo, con Hécate y los cruces de caminos, o con Afrodita y Venus en las zonas marítimas).



Todas estas actividades pueden adaptarse a cualquier situación; puedes cambiarles el orden, puedes no hacerlas, puedes solo hacer una o las que quieras y puedas, y puedes modificarlas a tu antojo. ¡Como te sea más cómodo!


Como despedida, os dejo un consejo personal, algo que creo importante es el sentimiento que le pongas a cada acción y el motivo por el que lo haces.



Ha sido un placer compartir un pedacito de mi práctica contigue, y espero que te haya ayudado, gustado o inspirado xD.


—Vicky R.



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