Estos son los puntos de inflexión que marcan el año solar, y están asociados con las relaciones entre el día y la noche, la luz y la oscuridad, el verano y el invierno. Cada solsticio o equinoccio marca el final de una temporada y el comienzo de la siguiente. Debido a que son tan raros y tan potentes, estos días son un buen momento para tus hechizos de "panorama general" o para hechizos que necesitan un gran impulso de poder.
Solsticio de invierno. El solsticio de invierno marca el día más corto y la noche más larga del año, y cae entre el 20 y el 23 de diciembre, dependiendo del año. En algunas tradiciones paganas, el solsticio de invierno, o Yule, marca el comienzo del nuevo año; puedes optar por establecer intenciones para el próximo año en este solsticio. Después del solsticio de invierno, las noches comienzan a acortarse y los días comienzan a alargarse, por lo que los hechizos relacionados con la curación y sacar las cosas a la luz son especialmente efectivos en esta época del año. El solsticio de invierno marca el final de la "mitad oscura" del año y el comienzo de la "mitad ligera"; en este punto, nuestro enfoque pasa de la reflexión interna a la manifestación externa. Puedes elegir pensar en el tiempo entre el solsticio de invierno y el equinoccio de primavera como una "fase de planificación", en la que te examinas a ti mismo y a tus deseos, decides en qué quieres trabajar en el próximo año y haces planes para manifestar lo que quieres.
Equinoccio de primavera. Un equinoccio se produce cuando el día y la noche tienen exactamente la misma longitud, lo que representa un equilibrio perfecto entre la luz y la oscuridad. El equinoccio de primavera marca el comienzo de la primavera y se produce entre el 19 y el 22 de marzo. La fiesta cristiana de Pascua y la fiesta pagana de Ostara están relacionadas con la energía de este equinoccio. En esta época del año, el mundo natural está volviendo a la vida a medida que el invierno comienza a desvanecerse. Las plantas están empezando a crecer y están naciendo animales bebés. Esta es una poderosa época del año para la magia de la fertilidad y cualquier magia relacionada con los nuevos comienzos. Puedes elegir pensar en el tiempo entre el equinoccio de primavera y el solsticio de verano como una "fase de siembra", donde "plantas la semilla" de las cosas que quieres manifestar y comienzas a hacer el trabajo para que suceda.
Solsticio de verano. Este solsticio marca el día más largo y la noche más corta del año. Se produce entre el 19 y el 23 de junio. La vida, la fertilidad y el crecimiento están en su apogeo durante esta época del año, lo que hace de este solsticio un momento perfecto para grandes hechizos de manifestación. Al mismo tiempo, esto marca el final de la "mitad ligera" y el comienzo de la "mitad oscura" del año, por lo que después del solsticio de verano nuestra energía cambia de la manifestación externa a la contemplación interna. Puedes elegir pensar en el tiempo entre el solsticio de verano y el equinoccio de otoño como la "fase de cosecha", donde cosechas los resultados de tu arduo trabajo y manifiestas tus deseos en el mundo físico.
Equinoccio de otoño. Esta es la otra época del año en la que el día y la noche están perfectamente equilibrados. El equinoccio de otoño se produce entre el 19 y el 23 de septiembre y marca el comienzo del otoño. Esta es tradicionalmente la época del año en la que se cosechan los cultivos, y muchos grupos paganos celebran festivales de cosecha en esta época. La naturaleza está empezando a morir o a hibernar en preparación para el próximo invierno. Esta es una época del año especialmente poderosa para el trabajo en la sombra o para la magia relacionada con los finales y las transiciones. Puedes elegir pensar en el tiempo entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno como la "fase de reflexión", cuando te retiras del mundo exterior para descansar, centrarte en ti mismo y hacer tu trabajo interior y tu autocuración.
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